No sé si tú te has preguntado a
qué se refiere eso del Cuarto Muro y por qué he escogido tal nombre para mi
blog. Esa pregunta me la han hecho personas allegadas a mí y quiero dedicar
esta entrada a explicar qué es el Cuarto Muro y por qué me ha gustado para el
nombre del blog.
“Cuarto Muro” es una adaptación
del concepto “Cuarta Pared” o más correctamente “Derribar la cuarta pared”, que
es enseñado en algunos talleres de narrativa. No es un concepto nuevo, no soy
capaz de datarlo, pero trataré de hacer alguna investigación para explicar
cuándo y por quién comenzó a ser utilizado ese término. La intención de esta
entrada es simplemente explicar aquello que me motivó a usar el concepto para
el nombre de mi blog; lo que sí te sé decir ahora mismo es que es un concepto
que comenzó a utilizarse en el teatro, cuando los actores comenzaron a
interactuar con el público, haciéndolo parte de la obra.
Todos conocen los teatros, o si
no es así, al menos tienen una imagen mental de cómo es el escenario: dos
paredes laterales (que realmente no son paredes, pues en ellas se colocan las
piernas, cortinas por donde entran y salen los actores de escena) y una pared
al fondo que, según el tipo de obra que se vea, puede ser cubierta por algún
telón, poner imágenes o en últimos tiempos proyectar apoyos visuales. Por lo
tanto, la cuarta pared es imaginaria y es aquello que separa al actor del
espectador.
En un momento de la historia del
teatro se decidió derribar esa cuarta pared e involucrar al espectador,
haciéndolo parte del espectáculo. Habrá a quienes les guste esto y habrá a
quienes no. Yo sinceramente me siento muy incómodo cuando voy al teatro y veo
que alguno de los actores se baja del escenario, camina entre las butacas y
elige a alguien, en ocasiones lo suben al escenario, en otras simplemente le
hacen preguntas o establecen algún tipo de comunicación con él. Cuando esto
sucede la verdad es que me pongo muy nervioso y pido en mi interior que no sea
yo el elegido. Siempre me ha funcionado.
Pero bueno, ¿qué tiene que ver
todo esto con un blog de literatura?
La literatura, principalmente la
narrativa y el ensayo literario, tienen técnicas de escritura que hacen algo
similar. Si bien el personaje o el narrador no saldrá del libro para
interactuar contigo, sí puede hablarte directamente a ti (como lo hago ahora
mismo). Hay obras muy importantes de la novela hispanoamericana que han sido
escritas utilizando esta técnica. Justo ahora pienso en “Aura” de Carlos
Fuentes, una obra con una narrativa que en lo personal me parece muy potente y
muy bien lograda, pues el narrador al hablar en segunda persona, logra hacernos
sentir que realmente nosotros hacemos aquello que se nos está indicando.
Pondré un fragmento del inicio
del libro para que el lector que no lo conozca pueda entender de qué estoy
hablando.
“Lees ese anuncio: una oferta de esa
naturaleza no se hace todos los días. Lees y relees el aviso. Parece dirigido a
ti, a nadie más. Distraído, dejas que la ceniza del cigarro caiga dentro de la
taza de té que has estado bebiendo en este cafetín sucio y barato, tu releerás.
Se solicita historiador joven. Ordenado. Escrupuloso. Conocedor de la lengua
francesa. Conocimiento perfecto, coloquial. Capaz de desempeñar labores de
secretario. Juventud, conocimiento del francés, preferible si ha vivido en
Francia algún tiempo. Tres mil pesos mensuales, comida y recámara cómoda,
asoleada, apropiada estudio. Solo falta tu nombre. Solo falta que las letras más
negras y llamativas del aviso informen: Felipe Montero. Se solicita Felipe
Montero, antiguo becario en la Sorbona, historiador cargado de datos inútiles,
acostumbrado a exhumar papeles amarillentos, profesor auxiliar en escuelas
particulares, novecientos pesos mensuales. Pero si leyeras eso, sospecharías,
lo tomarías a broma. Donceles 815. Acuda en persona. No hay teléfono”. (Fuentes,
1962, 11).
Sospecho que con esto ya queda
más claro lo que es la cuarta pared, o el cuarto muro, en la literatura.
Ahora
trataré de explicar por qué lo he elegido como nombre del blog.
Mi obra más reciente, excluyendo
la novela “Aquí estaba cuando llegamos”, han sido cuentos y microrrelatos. Me
gusta jugar mucho con estos géneros, pues historias de estructura tradicional,
con narrador omnisciente o primera persona que se encargan de contar un suceso
de la vida de un personaje, ya hay muchos y me aburre escribir cuentos y
microrrelatos con esa estructura, pues la verdad es que siempre que intento
hacerlo me frustro pensando que la historia no tiene potencial y la abandono; o
por el contrario, veo mucho potencial en la historia y comienzo a explorarla
más hasta convertirse en novela.
Por lo tanto, los cuentos y
microrrelatos que he escrito suelen jugar con el lector, invitarlo a ser parte
de la historia, como en mi micronovela “Se solicita personaje” o en el cuento
corto, también de mi autoría “Pupilas oscuras”, ambas obras publicadas en
antologías de la Universidad de Guadalajara.
Mi estilo en narraciones breves, es el primer motivo para dar ese nombre al
blog. El segundo motivo, quizá sea más romántico, pero ¿qué se le va a hacer?
El segundo motivo es hacer que tú, lector, sientas que lo que escribo es para
ti (como ya lo he mencionado en la entrada inaugural “Insomnio”), por eso
trataré que cada una de las entradas conserve este estilo de redacción, pues
así yo sentiré que estoy conversando contigo y espero que tú sientas lo mismo.
Que compartamos la opinión de que el Cuarto Muro (como nombre del blog) enuncia
algo que no existe entre nosotros, que es un recordatorio de algo que
desapareció desde el momento en el que llegaste aquí y comenzaste a leerme, pues
creo que un blog como el que pretendo construir no es posible redactarse de
otra manera, sería muy impersonal y no crearía los puentes y la intimidad que
pretendo construir con mis lectores.
Así que si me lo permites, te
invito a derribar el Cuarto Muro.
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Referencias:
Fuentes, Carlos (1962), "Aura", México: Era.
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Referencias:
Fuentes, Carlos (1962), "Aura", México: Era.


